En esta ocasión vamos a hablar de la clase de sociología.
Educación en Finlandia.
Es
muy común escuchar que el sistema educativo en ese país es brillante y
que España debería de imitarle para mejorar. Sin embargo, la profesora
nos hizo reflexionar dando la vuelta a la tortilla: afirma que lo que funciona en un país no
tiene porque funcionar en otro. España
tiene unas costumbres distintas, otra mentalidad, otra cultura... en
definitiva, es un contexto totalmente distinto al de Finlandia por lo
que no es seguro que si imitamos su sistema educativo sea eficaz en el muestro.
Informe Pisa
Por último, comentar el Informe Pisa.
¿Conocíais la existencia de esta prueba? Este
informe examina a una muestra de estudiantes (de una determinada edad)
en cada país para luego elaborar un ranking comparativo. Sin embargo,
solo mide tres
competencias (matemática, lingüística y científica). ¿Qué pasa con el
resto? Es más, recoge una muestra representativa muy pequeña comparada
con todos los alumnos que existe, por lo que puede ser que el resultado
no refleje la realidad. Al mismo tiempo, no es una prueba igualitaria
porque no tiene en cuenta que en
cada país (incluso dentro del mismo país) tienen matices en las leyes de
educación distintas, los contenidos no son los mismos ni la forma de
evaluar, por tanto la prueba no es justa.
¿Todo el mundo está capacitado para reflexionar?
¿Cuántas veces habremos escuchado la frase "no está capacitado para reflexionar..." ¿Esto es realmente así?
Es posibe que la respuesta sea afirmativa, pero quizá se deba a que nadie los haya enseñado a hacerlo. Entonces la pregunta debería de ser: ¿enseñamos a reflexionar a los alumnos? Las clases tradicionales no enseñan a ser críticos sino a memorizar información y fórmulas, sin embargo, en todas las asignaturas podemos sacar partido para que los alumnos reflexionen sobre los contenidos que se imparten.
Bajo mi punto de vista se puede lograr reflexionar a los alumnos siempre, independientemente de la asignatura en la cual nos encontremos. De hecho, no depende de otra cosa sino del maestro. Por ejemplo en la asignatura de historia, antes de dar un temario se pueden lanzar preguntas para reflexionar: ¿Cómo creéis que vivían en aquella época? ¿Creéis que tenían alguna religión? En matemáticas, además del lápiz y papel pueden hacer experimentos con materiales para manipular y sacar conclusiones. En las demás asignaturas, ya sea ciencias sociales, naturales o incluso en educación física los podemos hacer reflexionar con preguntas, por ejemplo: ¿Por qué calentamos antes de empezar? ¿Que creéis que pasa si no calentamos antes de hacer deporte? Y así muchísmos ejemplos más que demuestran que si no se enseña a reflexionar, no es porque no se pueda sino porque no se quiere. Un autor expone: "¿De qué sirve la libertad si no sabemos pensar?"
Es posibe que la respuesta sea afirmativa, pero quizá se deba a que nadie los haya enseñado a hacerlo. Entonces la pregunta debería de ser: ¿enseñamos a reflexionar a los alumnos? Las clases tradicionales no enseñan a ser críticos sino a memorizar información y fórmulas, sin embargo, en todas las asignaturas podemos sacar partido para que los alumnos reflexionen sobre los contenidos que se imparten.
Bajo mi punto de vista se puede lograr reflexionar a los alumnos siempre, independientemente de la asignatura en la cual nos encontremos. De hecho, no depende de otra cosa sino del maestro. Por ejemplo en la asignatura de historia, antes de dar un temario se pueden lanzar preguntas para reflexionar: ¿Cómo creéis que vivían en aquella época? ¿Creéis que tenían alguna religión? En matemáticas, además del lápiz y papel pueden hacer experimentos con materiales para manipular y sacar conclusiones. En las demás asignaturas, ya sea ciencias sociales, naturales o incluso en educación física los podemos hacer reflexionar con preguntas, por ejemplo: ¿Por qué calentamos antes de empezar? ¿Que creéis que pasa si no calentamos antes de hacer deporte? Y así muchísmos ejemplos más que demuestran que si no se enseña a reflexionar, no es porque no se pueda sino porque no se quiere. Un autor expone: "¿De qué sirve la libertad si no sabemos pensar?"
Placeres necesarios y no necesarios.
Todas las personas tenemos necesidades básicas como comer, beber, dormir, etc. Sin embargo, hay otras necesidades no básicas para vivir. El ejemplo que puso Natalia sobre los placeres necesarios y no necesarios es el siguiente: contamos con 20 euros, tenemos dos opciones, o bien los invertimos solo en comer fuera, o bien nos compramos un bocadillo más económico y con el resto compramos una prenda de ropa (una necesidad básica).Esta temática de las necesidades y los placeres me recuerda al filósofo Epicuro, el cual exponía los distintos tipos de placeres (necesarios, no necesarios) y junto con el ejemplo me ha hecho reflexionar acerca de cómo invertimos el dinero: a veces no valoramos que nuestras necesidades básicas quedan cubiertas quejándonos porque no nos podemos permitir otros detalles. Esta filosofía nos enseña a no ser egoístas. ¿Debería ser obligatorio enseñarla en el colegio?
Espero que os haya gustado, ¡hasta la próxima!😊
Referencias:
- https://www.abc.es/sociedad/abci-espana-debe-procurar-todas-regiones-profesores-ensenen-bien-matematicas-201902270216_noticia.html#vca=mod-lo-mas-p5&vmc=leido&vso=sociedad&vli=noticia.foto.sociedad&vtm_loMas=si
- https://www.conmishijos.com/uploads/educacion/ninos-reflexionar-art.jpg
No habia caido en esos puntos de vista
ResponderEliminar¡Me alegro que te haya servido!
EliminarTuenes razon
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarMuy buen ejemplo.
ResponderEliminarGracias.
ResponderEliminar